Anel Montero, es una docente veracruzana que escribe una columna en el periódico digital SDP noticias, aquí replico su análisis sobre el "infomercial" (como ella le llama) al fenómeno "De Panzazo!
DE PANZAZO, ESPERANDO AL CHAPULÍN COLORADO
"Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo". León Tolstoi
No, estimado lector. “De panzazo” no tiene absolutamente nada que ver con el aclamado documental “Esperando a Superman”.
[i] En gran parte por el enfoque que ambas utilizan para tratar el tema de la debacle educativa.
Mientras “Esperando a Superman” va construyendo a lo largo del film una propuesta de parte de algunos padres de familia y maestros para enfrentar el problema educativo , “de panzazo”, no cumple ni siquiera con la arrogante pretensión de ser “un punto de partida” o “el diagnóstico” que le abrirá los ojos a los maestros, alumnos y padres de familia acerca de cómo están las cosas en el campo educativo.
Esta es la diferencia entre un documental y un infomercial.
La penosa manipulación presente a lo largo de la descripción maniquea en “de panzazo”, reduce el problema educativo a esta ecuación:
Alumnos+profesores+padres de familia+SEP+SNTE
Pero en esa ecuación, falta la necesaria autocrítica a la empresa para la cual trabaja el señor Loret de Mola y de la cual se desprenden iniciativas como “mexicanos primero” y se contextualiza el trabajo del “muy preocupado por la educación” señor Claudio X. González.
En este infomercial, se soslaya que eso que llamamos “educación” es un proceso que dura toda la vida, comienza en casa y no se circunscribe únicamente a la escolarización.
Algo muy grave sucede en nuestro país, cuando necesitamos que Televisa, a través del infomercial “de panzazo” , pretenda “abrir los ojos” de la realidad educativa en México. Suena a libro de Denise Dresser.
Los maestros luchamos contra los estereotipos que la televisión enaltece. Los modismos de los programas, los “chistes” discriminatorios de las estrellas de televisión, la apología de la violencia y el sexo para demostrar que “se es alguien” en la vida.
Lo que los profesores construimos en cuatro horas y media de clases, la televisión lo destruye, manipula, estereotipa y discrimina las restantes 6 horas promedio en las que el estudiante permanece frente al televisor.
¿Qué profesor no ha luchado en contra de términos como “loser”, “monologue”, “preguuuuntame” y los estropicios que de la lengua española hacen las estrellas de moda en televisión? “Muchachitas”, “RBD” y demás, han supuesto trabajo extra a los profesores tratando de corregir lo que la TV impone, estereotipa y explota.
Y en más de una ocasión, la respuesta de la televisora ha sido no solamente negar que lo anterior ocurra, sino de plano lavarse las manos ante la responsabilidad moral que tiene frente aquellos que la han llevado a ejercer el liderazgo de medios de habla hispana.
¿Sabe usted cuál es la paradoja, estimado lector? que sin los ciudadanos formados en este sistema educativo, Televisa no tendría el público cautivo que le permite formar parte del dupolio de comunicaciones más importante de habla hispana
¿Qué sucedió con la iniciativa propuesta por el señor Lorenzo Servitje “A favor de lo mejor” que pugnaba por mejorar la calidad de los programas que los mexicanos consumen diariamente a través de la TV? La respuesta es tan simple como los silogismos que emplea “de panzazo”: absolutamente nada.
A la exigencia de “queremos mejores programas”, la empresa replica que “eso es lo que le gusta a la gente”. El rating, que produce ganancias, está por encima del bien común y el bien estar.
Cuando Emilio Azcárraga declaró, en el marco del escándalo por los suicidios presuntamente adjudicados al programa “la rosa de Guadalupe”, que “la TV no es una niñera”, no solamente soslayó la responsabilidad moral que tiene como medio de comunicación con aquellos que conforman el público cautivo que da razón de ser a su empresa, sino que demuestra que, convenientemente, no puede o no quiere ver el grado de influencia que tiene su empresa en las familias mexicanas y en la formación del ciudadano de este país. Televisa es parte de la educación que los niños reciben diariamente.
Imposible soslayar el “homo videns” de Giovani Sartori en las aulas de las escuelas de todo el mundo hoy en día. Niños formados en la cultura visual que impone la TV, los videojuegos, las computadoras, los gadgets y demás.
Me hubiera gustado ver en el infomercial “de panzazo”, que a la par de las observaciones de la OCDE al SNTE, mostraran también las que este organismo ha realizado a Televisa, la empresa detrás de “el documental que le abrirá los ojos a los mexicanos acerca del panorama educativo” y que ha “prestado” a uno de sus periodistas estrella para que el impacto en la audiencia sea mucho más efectivo.
El SNTE y Televisa son considerados por la OCDE como lastres para nuestro país, en términos de competitividad, desarrollo y liderazgo. Y esto es vital aclararlo, puesto que a lo largo del infomercial, se bombardea a la audiencia con términos como (precisamente) competitividad, compromiso y excelencia educativa.
En ese orden de ideas, cualquier cambio en el sistema educativo estará incompleto si la oferta televisiva se restringe a la lamentable barra de programación de quienes ahora pretenden demostrar que en México la educación está mal…pero que ellos no tienen nada que ver.
Estrategia de rating. “Tienes que ver” el infomercial
Sin embargo, el problema con “de panzazo” es que como parte de la estrategia mediática de posicionamiento en el gusto del público mexicano y de promover inmoralmente el “trabajo” de estas bien intencionadas personas, es que ya hay un enfoque maniqueo del asunto.
Hay despistados que desde su trinchera han declarado que “se ataca al infomercial ´de panzazo´por la única razón que en él aparece el señor Loret de Mola” (¿?)
Lo anterior refleja, de entrada, un profundo desconocimiento del problema educativo en México y del modus operandi de Televisa, Mexicanos primero, Claudio X González, Denise Dresser y el propio señor Loret de Mola.
Sin embargo, la victimización les viene bien. La heroicidad, no tanto.
¿Se hubiera atrevido el profesional señor Loret a avalar y promover un film si éste le hubiera garantizado el veto de “su casa” Televisa? Seguramente no
Es lamentable haber leído toda esta semana la columna del señor Loret en el Universal, ensalzando al infomercial en el que participa, sin la menor señal de autocrítica, antes bien denuncia “intentos de censura” de parte del SNTE y es apoyado moral y logísticamente por otros medios que avalan el trabajo presentado en “de panzazo”
Es un modus operandi viejo.
También Denise Dresser y Jorge Volpi se mostraron indignados cuando denunciaron “intentos de censura” del libro que presentaban en México, omitiendo convenientemente que se habían basado en otro autor…hasta que León Krauze descubrió el pastel y no les quedó otra que reconocer la sealtielización de “su obra”
Las cosas están tan bien manipuladas, que cualquier crítica a esta “obra” ahora se entiende como un apoyo tácito al SNTE.
Es decir, quien se atreva a afirmar que “de panzazo” es una iniciativa vil, maniquea y descarada que no solamente no contribuye a solucionar el problema educativo, sino que es un instrumento a través del cual Televisa pelea al SNTE el coto de poder, privilegios y recursos que representa la educación en México, probablemente sea tachado de “agente de Elba Esther”, “libelista del SNTE” y cosas por el estilo.
Lo que sí logra el infomercial “de panzazo”, es lo que dicen Maxwell y Dickman: “El mejor uso que se puede hacer de una historia no es simplemente contarla sino conseguir que tu audiencia la viva contigo”
Televisa y sus operadores saben que nadie puede resistirse a un buen drama y si es educativo, hay niños de por medio y héroes que “abren los ojos” del mundo, el éxito en taquilla está garantizado.
Ojalá recordemos a Chimamanda Adichie y “el peligro de una sola historia”.
La falacia de los datos y las cifras en materia educativa
A lo largo del infomercial “de panzazo”, se hace uso indiscriminado de esos números y estadísticas que los data lovers veneran en aras de “tomar decisiones” y “resolver problemas”. Lo que no dicen ni les importa es el hecho de que el examen de ENLACE, antecedente a PISA en la educación básica, evalúa de forma homogénea lo que es intrínsecamente heterogéneo.
Hay tal ignorancia al respecto, que si un niño de la comunidad de Zongolica, por ejemplo, reprueba el examen, entonces se asume que “no sabe nada” y si los indicadores basados en ENLACE demuestran que toda esa región “tiene problemas” al resolver preguntas que simplemente no tienen sentido para ellos, entonces todos los esfuerzos estarán dirigidos para que estos educandos aprendan a resolver el examen que además garantizará que su Entidad Federativa reciba recursos económicos que se otorgan basados en indicadores fácil e inescrupulosamente manipulables.
Y de repente, ya no se educa para la vida, se educa para “pasar” el examen de ENLACE. Las cifras, indicadores y porcentajes que maneja el infomercial “de panzazo”, dicen todo, pero a la vez no son representativos, absolutos ni objetivos. Todos y cada uno de los planteamientos son sujetos a debate por otros datos presentados por data lovers ad hoc a los intereses del gobierno de turno. Tal cual.
Crisis educativa a nivel mundial
En este momento, la mayor parte de los países del orbe están haciendo reformas en la educación pública. Ken Robinson, Manuel Castells y Desmond Morris afirman que esto se debe a dos razones:
a).- La económica.- Los gobiernos tratan de resolver cómo a través del sistema educativo, se forman ciudadanos proclives a insertarse en la economía del siglo XXI
b).- La cultura.- Cada país está tratando de entender cómo educamos a nuestros niños para que tengan un sentido de identidad cultural y de esa manera “pasar” nuestros genes culturales a la comunidad , a la vez que se es parte del proceso de globalización.
Desde hace algunos años, tener un título profesional no garantiza conseguir un empleo que proporcione la anhelada movilidad social con la que nuestros padres soñaban tanto.
La premisa que “de panzazo” maneja acerca de que a mayor escolarización es mayor la producción económica y la calidad de vida, es hoy una falacia y ya no opera así en la realidad.
“Estudia, hijo. Es la única herencia que voy a dejarte”, decían los sabios ancestros ¿quién hubiera imaginado el escenario en España, Grecia o Francia hoy en día?
Por ello, las reformas no tienen sentido, porque simplemente están mejorando un modelo obsoleto. Lo que el sistema educativo mexicano necesita no es un simple cambio ni una “evolución”.
Hoy, se pretende que el modelo neoliberal económico, tenga su contraparte en el modelo educativo, soslayando que éste tampoco opera en la realidad, ha fracasado estrepitosamente y tiene al mundo al borde del abismo.
En el marco de la reforma integral de la educación básica, el enfoque por competencias reduce al alumno a un “usuario” y al profesor a un “acompañante”. No habrá cambios sustanciales en el aprovechamiento del alumno, porque simplemente se ha cambiado la forma (enfoque) y no el fondo (modelo de la fábrica)
[ii] , según Martin Carnoy:
“(…)la globalización, en los países en desarrollo (la mayoría) se articula en la forma de reformas políticas guiadas por criterios financieros cuyos intereses son la eficiencia y la eficacia. Es probable que sus efectos en los sistemas educativos incrementen las desigualdades educativas y el acceso a la escolaridad de los segmentos sociales desfavorecidos”
Parte del fracaso educativo, dice ken Robinson, se explica por cómo están organizados los planes y programas de estudio en los países donde esto ya ha hecho crisis.
Español y matemáticas ocupan la cúspide de asignaturas, seguidas por las humanidades y por último las artes. Este modelo responde a las necesidades de la revolución industrial y a los requerimientos de la fábrica.
¿Y entonces?
Un día, le preguntaron a Einstein ¿cuál era el camino para llegar al descubrimiento científico? Y él respondió: “Haz lo que nunca has hecho, como jamás lo habías pensado”
No es con el infomercial “de panzazo”, estimado lector, como se presenta “el diagnóstico” de la educación en México. A los participantes deberemos regresarlos a la escuela. Su ecuación está incompleta, parten de premisas erradas y, sobre todo, no es de Televisa desde donde deben partir las soluciones.
El problema educativo es demasiado complejo para ser abordado en este artículo o en un infomercial. Lo que sí es cierto es que “de panzazo” demuestra que hasta la ambición más vil, puede ser susceptible de presentarse en formato telenovela, disfrazada de bien común.
¿Y ahora, quién podrá ayudarnos?
¿Usted qué opina, estimado lector?
@anelin00
fuente:
SDP Noticias